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Raquitismo
El raquitismo es un trastorno poco común que afecta los huesos provocándoles fácilmente su debilitamiento y rotura. Es más común en niños.
Causas
La falta de vitamina D causa la mayoría de los casos de raquitismo. La vitamina D ayuda a los huesos a absorber el calcio y el fósforo. Si su hijo no obtiene suficiente vitamina D , es posible que su cuerpo no tenga los nutrientes que necesita para fortalecer los huesos.
El raquitismo es más común en niños de 6 a 24 meses. Esto se debe a que sus huesos crecen rápidamente durante este período. Su hijo también puede estar en riesgo si:
- Tiene la piel oscura.
- No tiene suficiente exposición a la luz solar.
- No consume suficientes alimento que contengan vitamina D, calcio o fósforo
- Lo amamanta sin recibir un suplemento de vitamina D
- Tienen una enfermedad que impide que su cuerpo produzca o absorba vitamina D. Un ejemplo es la enfermedad celíaca.
El raquitismo también puede ser hereditario
Síntomas
El raquitismo tiene varios síntomas principales, que incluyen:
- Retraso en el crecimiento
- Debilidad muscular
- Dolor en los huesos de la columna vertebral, la pelvis y las piernas
- Piernas arqueadas (curvas) o deformes
El raquitismo también puede causar problemas dentales, como caries y problemas en la estructura de los dientes.
Tratamiento
El tratamiento depende del tipo de raquitismo que tenga su hijo. Para los niños que carecen de suficientes nutrientes, el médico prescribirá suplementos de vitamina D y calcio. El dolor y la debilidad muscular de su hijo deberían mejorar en unas pocas semanas. Si su hijo tiene defectos en los huesos causados por el raquitismo, es posible que necesite aparatos ortopédicos o cirugía para corregir el problema.
Para los niños que heredan raquitismo o tienen una enfermedad que causó el raquitismo, es posible que deba consultar a un especialista.
Prevención
La prevención del raquitismo se centra en asegurar la ingesta adecuada de vitamina D y calcio a través de la dieta y/o suplementos, y la exposición solar segura. Para los bebés amamantados, es esencial un suplemento diario de vitamina D, ya que la leche materna tiene bajo contenido de esta vitamina. Además, se deben consumir alimentos fortificados o ricos en vitamina D y calcio, como pescado graso, leche, cereales y verduras de hoja verde.